El archipiélago canario está compuesto por 7 islas, sin embargo, muchos desconocen la existencia de una octava: La Graciosa.
La Graciosa es una pequeña isla poblada que se encuentra situada al cobijo de Lanzarote en la zona norte.
Conservada como paraje natural, forma parte de la Reserva Marina del Archipiélago Chinijo, compuesto por los islotes de La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste y el Risco de Famara.
Dada la conservación de su entorno y el escaso desarrollo urbanístico, La Graciosa es una maravilla natural capaz de seducir con sus encantos a todo visitante.
¿Estás preparado para descubrir los encantos de la octava isla? ¡Adelante!
- Cómo llegar
A La Graciosa se accede en barco. La conexión marítima está muy bien atendida con servicio de ferrys todos los días del año y con varias frecuencias durante todo el día. Estos barcos salen y llegan desde el puerto de Órzola. Operan dos empresas de transporte marítimo cubriendo los trayectos: Líneas Romero (compañía recomendada por Turismo Lanzarote) y Biosfera Express.
En el mismo puerto encontrará las taquillas de venta de billetes, aunque también puede comprarlas con antelación vía online.
- Qué hacer
Las posibilidades que ofrece la Isla de la Graciosa son múltiples, este entorno despierta el espíritu aventurero que llevamos dentro, las escasas dimensiones de la isla nos permiten explorarla por completo y disfrutar de cada uno de sus rincones. A continuación proponemos algunos planes para sacar el máximo partido a la visita:
- Excursión en catamarán. Se pueden realizar excursiones en catamarán por las costas de La Graciosa. Es una divertida opción para disfrutar de la isla en familia, duran buena parte del día e incluyen comida. + información
- Buceo. Siendo espacio protegido y encontrándose en plena Reserva Marina del Archipiélago Chinijo, La Graciosa ofrece en sus fondos un mundo lleno de vida. La riqueza de flora y fauna subacuática hacen que una experiencia de buceo aquí sea muy recomendable. + información
- Disfrutar de sus playas vírgenes. La costa de esta pequeña isla está rodeada de playas únicas. De arena blanca, dorada, aguas turquesas y cristalinas… todas son sorprendentes. Para acceder a ellas se puede optar por alguna de las siguientes opciones:
- Para los aficionados al senderismo, ésta es la mejor opción, pues podrán además disfrutar con todos los sentidos de la belleza del paisaje.
- En bicicleta. En el mismo puerto hay empresas de alquiler de bicicletas, esta es una buena opción para conocer la isla en menos tiempo y con mayor libertad.
