En el oeste de la isla de Lanzarote y al borde del océano se encuentra El Golfo, un caserío de pescadores dentro del Parque Natural de los Volcanes.
Rodeado de las espectaculares lavas de las erupciones de 1730-1736, es un encantador enclave de casas marineras de estilo lanzaroteño, con paredes enjalbegadas y techos planos sobre estrechas calles que desembocan en la eterna estampa de las barcas varadas en un playa de arena negra.
Visitar durante las vacaciones este caserío merece la pena. Y la merece no solo por la belleza propia del lugar, sino por su tranquilidad, su exquisita gastronomía a base de pescado fresco de la zona y por la proximidad a parajes naturales como el Lago Verde o el Parque Nacional de Timanfaya. Además, la luz del atardecer desde alguna de sus terrazas pondrá el broche de oro a unos días de sosiego.